Como ocurre habitualmente a fines de verano y en el otoño comienzan los brotes de enterovirus que producen principalmente dos enfermedades: Herpangina y enfermedad de mano, pie, boca. El contagio se produce entre niños por el contacto con secreciones respiratorias y con materia fecal. Y también el seno familiar.
Sofía Bastons, Jefa del Servicio de Pediatría del Hospital de Pinamar, explicó: «Queremos informar a la población que está circulando el enterovirus y están habiendo aumento de casos en Pinamar. La Herpangina y la enfermedad de mano, pie, boca son patologías que no suelen tener graves complicaciones.»
Herpangina:
•El comienzo de la enfermedad suele ser repentino.
• Con fiebre alta de 39,5 a 40°C. Suele durar 3 a 5 días.
• Asociado a malestar y dolor de cabeza.
• Los niños pequeños pueden comenzar unas horas previas con falta de apetito.
• Algunos niños pueden presentar vómitos
• La lesión característica que aparece son vesículas (ampollas pequeñas) en la garganta, que se ulceran rápidamente, que condicionan dolor que aumenta cuando tragan.
• La duración de los síntomas suele ser de 3 a 6 días.
• Dejan de contagiar cuando cede la fiebre.
• La mitad de los niños pueden cursar la infección de manera asintomática
Enfermedad de mano, pie, boca:
•Se presenta con fiebre elevada (39-40°C) de inicio súbito.
• A las pocas horas aparecen en la boca, en las manos y menos frecuente en los pies vesículas que pueden ulcerarse a las pocas horas.
• Prácticamente el 100% de los niños menores de 5 años que adquieren la infección la manifiestan, los más grandes pueden cursarla de manera asintomática en más de la mitad de los casos.
• Otros síntomas que pueden aparecer son: dolor de garganta, malestar, falta de apetito, dolor de cabeza, resfrío, tos, diarrea y vómitos.
• El cuadro suele durar de 3 a 7 días.
• Deja de contagiar cuando cede la fiebre.
Algunas medidas de cuidado son:
Evitar asistir a clases/ trabajos ante la presencia de síntomas.
Lavado frecuente de manos.
Mantener hidratación adecuada.
Tomar analgésicos si hay fiebre o malestar.
No compartir vasos o cubiertos con la persona enferma.
Mantener distancia de precaución. Mantener ambientes ventilados. Limpieza de superficies.