El monóxido de carbono es un gas altamente venenoso que se produce por una combustión deficiente, dada por un mal funcionamiento de los artefactos a gas y la falta de oxígeno en el ambiente. Se propaga con rapidez y no puede detectarse por ninguno de los sentidos, ya que no tiene olor, color ni sabor, y no irrita las mucosas. Una vez inhalado, se combina con la hemoglobina de la sangre a través de los pulmones e impide que el oxígeno llegue a los órganos vitales.
Si bien este gas venenoso no puede percibirse, hay claros indicios que señalan la presencia de monóxido de carbono en el ambiente:
• Coloración amarilla o anaranjada de la llama, en lugar de color azul.
• Aparición de manchas o tiznado en las paredes; decoloración de los artefactos, de sus conductos de evacuación de gases o alrededor de ellos.
Las estadísticas indican que, anualmente cerca de 200 personas se ven afectadas por intoxicaciones con monóxido de carbono. Para evitar estas situaciones y que cada vez más usuarios y usuarias de gas natural conozcan cómo evitar estos accidentes por inhalación de monóxido de carbono, sin importar la época del año que sea, es que el ENARGAS implementa sus campañas anuales de concientización sobre esta problemática.
¿TAMBIÉN EN VERANO?
Si bien los cuidados en relación a la presencia de monóxido de carbono en los hogares suelen ser tenidos en cuenta con mayor rigurosidad
durante el período invernal donde se utilizan las estufas para calentar los ambientes, es sumamente importante aclarar que muchos de los accidentes que ocurren en los meses de verano en las zonas turísticas son provocados por la falta d mantenimiento de las instalaciones de lo artefactos que funcionan a gas natural y de sus ventilaciones.
Suele suceder que algunas propiedades permanecen cerradas y sin uso durante gran parte del año, y, por tal motivo, las ventilaciones se deterioran, o los pájaros construyen sus nidos y tapan los conductos de evacuación de gases al exterior.
Durante el verano seguimos utilizando artefactos que funcionan con gas como el horno, las hornallas y el termotanque o el calefón que pueden producir monóxido de carbono, si no está asegurada la suficiente llegada de oxígeno al quemador.
LO QUE HAY QUE SABER
• Antes de iniciar las vacaciones en una casa de veraneo, es importante hacer revisar la instalaciones de gas por un gasista matriculado. Ellos son los únicos que pueden hacer instalaciones, reparaciones o modificaciones.
• La llama del quemador de los artefactos a gas debe ser de color azul, estable y con los extremos transparentes. Si se torna amarilla, anaranjada o tiene fluctuaciones en su tamaño, es porque algo está funcionando mal.
• La aparición de manchas o decoloración de los artefactos o alrededor de ellos puede ser un aviso de presencia de monóxido de carbono.
• Calefones y termotanques a gas no deben estar instalados en los baños.
• Las rejillas de ventilación de los ambientes y los conductos de evacuación de los gases de combustión de los artefactos no deben estar obstruidos.
• Los calefactores a gas instalados en baños o dormitorios deben ser de tiro balanceado.
• Dejá siempre una rendija abierta de la ventana; es importante que haya circulación de aire desde el exterior.