Julio Barragán

Nació en Buenos Aires en 1928. Se consideraba autodidacta. Estudió siendo muy joven en la Escuela de Cerámica que dirigía Fernando Arraz, entre 1941 y 1945. En esos primeros años se inicia también en la práctica artística copiando obras de El Greco. En la casa de su hermano, el pintor Luis Barragán, frecuentaban artistas como Orlando Pierri, Bruno Venier y Alberto Altaleff con los que estuvo en contacto. Admirador de Cézanne, a quien consideraba el padre de la pintura moderna y del genial Picasso que conoció en sus viajes por Europa, Julio Barragán desarrolló una figuración constructiva, llena de color que desarrolla tanto en sus inconfundibles paisajes urbanos, en sus figuras (a veces influenciadas por Fernand Leger) y en sus flores llenas de color-optimismo.

Integró el grupo “Veinte Pintores y Escultores” junto con su hermano, Fernando López Anaya, Líbero Badíi, Julián Althabe, Noemí Gerstein, Vicente Forte, Luis Centurión, Orlando Pierri y Oscar Capristo, entre otros. Su producción transita distintas etapas: realismo mágico, neocubismo, expresionismo, fauvismo; sin embargo, la presencia de lo real es una constante a lo largo de su obra. Se inclina por el trazado armónico y por la estructuración geométrica de las líneas.

Más apasionado y visceral que su hermano Luis (ocho años mayor), más temperamental que Pettoruti, Barragán es un lírico del color que maneja la línea con una libertad única.

Su característico trazo se transformó en el denominador común de todas sus obras. Su formación autodidacta fue impregnada por el uso de las formas, las texturas y el color de una manera univoca. Sus primeras producciones plásticas, de tintes realistas, fueran gobernadas por las tonalidades pardas, grises, y mates, las cuales evidencian el puente establecido entre su oficio de artista y su otro gran amor, la cerámica. No es casualidad que desde el año 1945 detentó el título de Técnico de la Escuela Nacional de Cerámica, ubicada en el barrio de Almagro de la Ciudad de Buenos Aires.

Entre sus distinciones más importantes figuran: el Gran Premio de Pintura en el Salón Municipal (1970), el Primer Premio de Pintura en el Salón Nacional (1976) y el Gran Premio de Honor en el Salón Nacional (1978), fue tres veces convocado por la Academia de Bellas Artes al Premio Palanza, alagado por la crítica y el coleccionismo.

Fallece en Buenos Aires en el año 2011.

En nuestra colección contamos con dos obras de este gran artista. ABO (60 x 50) y ABP (50 x 60), ambas piezas pintadas al óleo sobre hardboard, muestran sus característicos paisajes urbanos, firmados en la esquina inferior derecha.

Ibar
Javier